viernes, 9 de febrero de 2007

Azul oscuro casi Negro

Sí, lo reconozco, como hace poco lo hacía uno de los grandes -aunque en otra conyuntura y otra naturaleza-, hasta ahora no había visto Azul oscuro casi Negro. Y sí, lo confieso, era un error, grave error, pero qué le vamos a hacer, quizá lo mejor de todo esto, sea esta imperfección permanente que hace a la gente tan encantadora y tan atractiva. Pues en fin, que me fuí al cine y gracias a los Goya tenemos de nuevo entre nosotros esta correcta película que no es que arrasara en premios, pero dejó buen saber de boca en un gala que ..., no, no, de èsta creo que ya hablé hace poco, así que no toca y quien quiera saber algo más, que navege más abajo, por favor.
Pues nada, plantada en mitad de una sala casi llena -es lo que tiene siempre recibir un premio, que estás de moda, o eso dicen por lo menos-, con la gente en silencio, cosa rara, y todos expectantes ante lo que nos íbamos a encontrar. Y debo confesar que no ha habido decepciones. Ves lo que te esperas, porque tampoco te esperas una obra maestra, simplemente una película que te haga pensar sin demasiadas moralejas, y que te llene el cerebro de pensamientos que a veces olvidamos. También se olvidan los protagonistas de soñar, también de entender que la vida no es mejor o peor por lo que haces sino por lo que quieres hacer, y también olvida el director que entre los perdedores siempre hay perdedores, porque ganadores-ganadores no muchos. Así es la vida, un carrusel del que colgarse y agarrarse para no caer.
Y como tampoco queremos caer en moralejas, y en vista de lo mucho que hemos tardado algunos en ir a verla, que cada uno elegia, no?

No hay comentarios: